jueves, 7 de noviembre de 2019

ORACIÓN PARA UNA ELECCIÓN PRUDENTE DE UN COMPAÑERO DE VIDA A NUESTRO ARCÁNGEL SAN RAFAEL


Glorioso San Rafael, patrono y amante de los jóvenes, tengo necesidad de invocarte y pedir tu ayuda. 
Con toda confianza te abro mi corazón y pido tu guía y asistencia en la importante tarea de planear mi futuro.

Obtenme, a través de tu intercesión, la luz de la gracia de Dios, para que decida yo sabiamente respecto a la persona que será la pareja para mi vida.

Ángel de los encuentros felices, guíanos con tu mano para encontrarnos uno al otro. Que todos nuestros movimientos sean guiados por tu luz y transfigurados por tu alegría. Así como guiaste al joven Tobías hacia Sara y les abriste una nueva vida de felicidad en su santo matrimonio, guíame hacia aquel (lla) a quien tu sabiduría angelical considere como el (la) mejor para unirse conmigo en matrimonio.

San Rafael, amante patrono de aquellos que buscan un compañero para el matrimonio, ayúdame en esta decisión suprema de mi vida.

Como padrino de boda, encuéntrame para la vida a la persona cuyo carácter refleje algo de las cualidades distintivas de Jesús y María.

Que sea correcta, leal, pura, sincera y noble, para que con fuerzas unidas y amor casto y desinteresado, podamos educarnos en la perfección de alma y cuerpo, como también a los hijos que Dios confiará a nuestro cuidado.

San Rafael, Ángel de la vida casta, bendice nuestra amistad y nuestro amor para que el pecado no entre. Que el amor mutuo nos enlace tan firmemente que nuestro futuro hogar sea semejante al hogar de la sagrada familia de Nazaret.

Ofrece nuestras oraciones a Dios por ambos y consigue la bendición de Dios sobre nuestro matrimonio, así como fuiste el heraldo de la bendición para el matrimonio de Tobías y Sara.

San Rafael, amigo de los jóvenes, sé mi amigo porque siempre quiero ser tuyo. Deseo siempre invocarte en mis necesidades. A tu cuidado especial confío la decisión que voy a tomar en relación con mi futuro(a) esposo(a).

Dirígeme hacia la persona con la cual puedo colaborar mejor en el cumplimiento de la santa voluntad de Dios, y con quien puedo vivir en paz, amor y armonía en esta vida, y alcanzar la alegría eterna. Amén.

En honor a San Rafael: padre Nuestro, Ave María y Gloria



jueves, 18 de julio de 2013

LA CASTIDAD EN EL NOVIAZGO





LA SEXUALIDAD:


 La sexualidad es un don maravilloso, que Dios nos ha confiado, para realizarnos como personas, amando con pureza y sinceridad. Todos somos seres humanos sexuados. Somos hombres o mujeres. Y, como tales, tenemos una energía masculina o femenina, que abarca todos los aspectos de nuestra vida.

Por eso, Dios ha querido a ambos sexos en su plan creador. Cada sexo tiene sus notas peculiares. El hombre, con su fuerte actividad creadora, lleno de energía y voluntad firme. La mujer, con su amor y ternura que llena de cariño a todos los que la rodean. Su fuerza y su espíritu de lucha, no serán tan grandes como en el hombre, pero tiene mayor paciencia y perseverancia. Y Dios quiso que ambos pusieran sus cualidades al servicio de la familia. Dios quiere que exista el hombre y la mujer. Los dos sexos son necesarios y mutuamente se reclaman.


El sexo, ciertamente, es un hermoso regalo de Dios, que es bello en sí mismo. El sexo no tiene nada de sucio ni de manchado en sí. Dios no hace nada manchado, sino limpio y hermoso. Pero hay que cuidar bien este don de Dios y no desperdiciarlo, no ensuciarlo con vanos y alocados amores, que tienen de todo, menos de un verdadero y auténtico amor.



PUREZA Y CASTIDAD:


 La pureza y la castidad suelen usarse como sinónimos, refiriéndose a la virtud que regula el uso de la sexualidad según el estado de cada uno. Sin embargo, la pureza tiene una connotación de belleza, blancura y hermosura que no lo tiene la palabra castidad. Por eso, algunos prefieren hablar de pureza, al referirse a esta virtud.

Nosotros hablaremos indistintamente de ambas palabras. Pero comencemos aclarando que pureza o castidad es diferente de la continencia o renuncia al sexo, como se da en la castidad consagrada o en la pureza virginal. La castidad es la virtud que promueve el uso ordenado de la sexualidad, no necesariamente en lo genital, sino en el amor personal; sea la castidad del soltero, la castidad matrimonial o la castidad dentro de la vida consagrada. La castidad no es algo de curas y monjas, pues todos deben llevar una sexualidad, como hombres y mujeres, con rectitud de acuerdo a su estado. La castidad es armonía, equilibrio, amor y control de uno mismo. Por eso, solamente los que tienen fuerza de voluntad pueden conseguirla.


Vive tu castidad de acuerdo a tu estado y siente la alegría de ser puro en pensamientos, Palabras y obras, en cuerpo, alma y espíritu. Amén.


La castidad sin amor
No tiene valor,
Es como una lámpara
Sin aceite (S. Bernardo)


EL PUDOR:


 El pudor es un sentimiento de vergüenza, que experimentamos, al vernos desnudos ante los demás. El pudor es como una muralla, que defiende la castidad y la pureza de las personas; pero, si alguien derriba esta muralla, la castidad estará perdida.
Decía san Agustín que “el pudor es el guardián de la castidad”.


El pudor nos inspira vestirnos con decencia para evitar la curiosidad malsana y las provocaciones en los que nos ven. Y es, por esto, que hay que evitar las modas que sean indignas de una persona casta, ya que, por el hecho de que algo esté de moda, no necesariamente es bueno. El pudor rechaza todo lo que sea mostrar partes de nuestro cuerpo que llevan a otros a malos pensamientos contra la pureza. El pudor es la prudencia de la castidad.


EL Noviazgo


Querida joven, si Dios te ha dado la vocación del matrimonio, busca a aquel hombre bueno, que Dios quiere regalarte desde toda la eternidad. Desde toda la eternidad, Dios pensó en ti y en el que sería tu compañero. Y te dio las cualidades necesarias para cumplir bien tu misión de esposa y de madre; lo mismo que a él le dotó de las cualidades necesarias para ser un buen esposo y padre. ¿Todavía no has encontrado a tu futuro esposo, a aquel que Dios ha creado para ti? Él es un bello regalo de Dios para ti. Pide a Dios con perseverancia que te lo muestre cuanto antes y que no te equivoques en la elección. Dile así: “Señor, te pido que me ilumines para escoger bien a mi futuro esposo; y dame tu gracia para formar con él esa familia unida, que tú Deseas para nosotros”.

 Pero procura, desde ahora, vivir pensando en él y prepararle un cuerpo sano y un alma pura como el mejor regalo que le vas a dar el día de tu matrimonio. La vida pura es fuerza, alegría, libertad, hermosura. ¿No vale la pena luchar por ella?
 Y tú querido joven, ¿ya conoces a la que será tu esposa? ¿La quieres mucho? Respétala. No te permitas con ella conversaciones inmorales, no la engañes con sutilezas, no le pidas un matrimonio a prueba ni una “prueba de amor”. Ten prudencia, no te creas seguro ante la tentación. Evita estar a solas con ella en lugares solitarios o apartados. Sé prudente. Tu amor a ella debe ser siempre puro y limpio, con la ilusión de llegar vírgenes los dos al matrimonio. Evita los abrazos y besos apasionados y los tocamientos indecorosos, que dejan amargura y remordimiento en el corazón.

Y, por supuesto, evita a toda costa tener relaciones sexuales con ella. Si la amas de verdad, debes respetarla y saber esperar hasta el momento en que puedas decirle de verdad y con sinceridad el día de tu matrimonio:
 Ahora sí soy tuyo, totalmente y para siempre. ¿Te imaginas que podrías tener un hijo no deseado antes de tiempo? ¿Cómo se sentiría ese hijo, si desde el primer momento de su existencia, ya es rechazado por su Padre, por ti, que te crees serio y responsable? ¿Querrías matarlo para que nadie se entere de tus errores? ¿Querrías tenerlo sin estar preparado ni poder darle todo el amor que necesita? ¿Crees que la relación sexual, en un contexto de miedo al embarazo y con remordimiento de conciencia, a ocultas y sólo por placer, es una donación total como Dios quiere en el matrimonio? Con los hijos no se juega; con el matrimonio tampoco.


Por eso, espera hasta que estés preparado y puedas darle lo mejor de ti mismo, a la que será tu esposa para toda tu vida. El amor es algo tan grande y tan hermoso que debe ser para toda la vida. Por lo cual, hay que estar “casados en el Señor” (1 Co 7,39), es decir casados por la Iglesia.

Ahora reza por tu futura esposa: Señor, escucha las palabras que salen de mi corazón. Haz que mi recuerdo le acompañe todo el día y la defienda de toda acción baja y vulgar. Haz que siempre siga amándome como yo la amo. Vuelve nuestro amor cada día más fuerte y profundo, sin mentiras ni engaños. Que seamos transparentes el uno para el otro y nunca escondamos cosas inconfesables. Haz que la llame y me responda, haz que sea pura y bella para mí. Que su recuerdo, en vez de quitarme las ganas de estudiar, sea más bien un estímulo para salir adelante en mi profesión y darle lo mejor de mí mismo. Quiero ser para ella un hombre auténtico, lleno de fuerza y energía para sostenerla en su debilidad. Y haz que su sonrisa y su alegría, iluminen mi vida y me llene de felicidad.

Danos los hijos que tú quieras, Señor, para servirte y amarte por toda la eternidad.
Amén.

¡Qué hermoso es encontrar chicas que sonrían y vistan con gusto, pero decentemente! ¡Qué belleza irradian las jóvenes de alma transparente y mirada limpia! Por eso, busca una chica buena, responsable, maternal, que sea creyente y que siempre te inspire buenas acciones. Una joven que irradie pureza y tenga la alegría de Dios en su corazón.

La fornicación, o las relaciones sexuales entre personas no casadas, es un grave desorden moral.

El acto sexual debe tener lugar exclusivamente en el matrimonio; fuera de éste, constituye siempre un pecado grave y excluye de la comunión sacramental(Cat2390).


En el noviazgo, los novios deben aprender a conocerse y amarse para no dar un paso equivocado para toda la vida. El filósofo alemán Herbert Marcuse habla de la “ética de la ternura”, es decir, aprender a darse cariño y ternura sin sexo. Porque el ser humano no es sólo cuerpo y genitalidad. Hay que aprender a amar con pequeños gestos llenos de cariño como una mirada, una sonrisa, un beso sincero sin apasionamiento, una caricia, un apretón de manos o simplemente inclinar la cabeza sobre la espalda del otro. Son pequeños gestos que van a fomentar el amor mutuo y construirán su futuro, porque una unión sexual sin amor no da la felicidad, un matrimonio sin amor no puede durar mucho tiempo; pero un amor profundo, aunque no hubiera sexo, seguirá dando sentido al matrimonio.


Sin embargo, no todo está perdido para ti, aunque hayas caído en lo más bajo del infierno con tus libertinajes sexuales. Mientras hay vida, hay esperanza, Dios sigue confiando en ti. Acude a Él, pídele perdón y verás milagros en tu vida y cómo Dios te transforma de gusano en mariposa para que puedas volar con las alas de la pureza y vivir con una alegría nueva. Hay muchos santos que han sido grandes pecadores y Dios los transformó completamente. Piensa en Santa María Magdalena, en San Agustín, y en tantos otros santos como el buen ladrón.

Así que da los primeros pasos, acude a confesarte y pídele perdón a Dios. Di en este momento:

                                                         Jesús, perdóname   
                                      Por todos mis pecados.
                                         Quiero ser tu hijo
                                              de verdad
                                          Y vivir contigo
                                         una vida nueva.
                                        Ven a mi corazón
                                        Y lléname de tu paz.
                                              Quiero que,
                                         a partir de ahora,
                                         Tú seas el Señor
                                        Y el Rey de mi vida.
                                        Te entrego mi vida,
                                        Mi mente, mi cuerpo
                                                Y mi alma
                                        Para que los limpies
                                        Con tu sangre bendita
                                              Y me hagas
                                          Un hombre nuevo,
                                        Puro y limpio para ti.
                                                    Amén.

martes, 5 de febrero de 2013

CONFESIONES DE LOS DEMONIOS OBTENIDAS BAJO LA AUTORIDAD DEL SANTO EXORCISMO CON EL PADRE WILSON SALAZAR

 

28 de diciembre de 2012


El Padre Wilson procede a leer los comentarios tomados de los exorsismos y liberaciones: (Aclaratoria: Tener en cuenta que el vocabulario que se usa en diversas ocasiones es muy procaz y ofensivo (Blasfemo), porque así, se expresan los demonios. RECOMENDAMOS CUBRIR EN ORACIÓN CON LA PRECIOSISMA SANGRE DE CRISTO LA LECTURA DE ESTAS CONFESIONES)
….dice el demonio: odio terriblemente a esos tontos que se confiesan tan seguido, que me acaban mi reino, y después van a recibir a ese Crucificado con tanta devoción, los odio cuando se arrodillan a rendir culto a ese Cristo como Dios, los odio cuando se postran a recibirlo y adorarlo haciéndoles reverencias y venias como a Dios. Los odio, no puedo nada contra esos malditos gusanos, postrados ante su Dios. Los odio porque me acaban y le hacen daño a mi ejercito, los odio cuando cierran sus ojos y piensan en ese Dios y abren su boca para recibirlo, no puedo mirarlos, son invensibles de rodillas y postrados sin tocarlo, con sus cochinas manos, no puedo nada contra esos malditos adoradores……
 
…..pero gracias a los sacerdotes y sus leyes eso se está acabando, hoy día casi nadie se arrodilla a recibir a Ese Crucificado de rodillas y si lo hacen los curas los regañan y los mandan a parar, que risa me dan, que gozo para mi, como me ayudan los curas, fueron mandados a expulsarme pero son mis amigos. Poco creen en ese Dios y por eso regañan a los que los quieren recibir de rodillas y como perros regañados se tienen que levantar para recibirlo de pie. Mis curitas son mis buenos amigos porque les doy placeres y no los dejo creer en ese Dios en la Misa y así se alejan de Él, y viven eso de cualquier manera. Y lo dan como un pedazo de pan, o peor porque lo toman como cualquier cosa, sin amor y sin fe.
 
Basta ver las consagraciones hoy en día en las Iglesias, todas a las carreras, los curas tontos, toman a Ese como cualquier pedazo de tiesto, y lo manipulan a las carreras, muchos ni se arrodillan, y dicen esas palabras, como una diarrea, todo de afán, y lo llevan sin amor, y como si eso no fuera nada, cuanto gozo viéndolos consagrar sin fe, ni amor, y yo lo hago todo, para que esos curas no crean.
 
Con razón esos tontos fieles no comulgan con amor, sino de cualquier manera, las Misas de hoy en día son tan mal hechas que nadie siente a ese Dios, me infiltré en lo mas sagrado que tiene esa podrida Iglesia. Y así e metido la “abominación de la desolación” en el Templo Sagrado de Dios, y nadie dice nada, y los curas no dicen nada solo piensan en la plata de la Misa, pero no en celebrarla bien, ya no les interesa ser santos, ni místicos, ni consagrados, solo les interesa el mundo, y la carne y yo se los doy, y los acomodo para que no celebren bien, pobres curas, a muchos ya les tengo preparado el lugar privilegiado a mi lado en el infierno, porque cuando se mueran y yo reclame su alma así como en el podrido cielo tenían un lugar al lado del Crucificado, pues yo les tengo un lugar en mi infierno a mi lado por siempre para torturarlos eternamente por sus maldades inmundas, podridos curas mios, ellos no saben que lo primero que evaluará Dios es como celebran la Santa Misa, la mayoría pierde el examen y se tiene que ir conmigo a mi infernal fuego para azotarlos por toda la eternidad. Curas mios que celebran las Misas de cualquier manera ya tienen marcado a fuego su propia condenación. Pobrecitas bestias vestidas con habitos sagrados, como me deleito con ellos en mi infierno, y todo porque celebran esa Misa a las carreras, consagraban a ese Cristo sin amor y lo daban sin fe y de cualquier manera, podridos, van a venir al infierno a reunirse con todo el ejercito de curas condenados encabezado por el obispo Judas Iscariote, mi mas fiel colaborador, para destruir a los curas, en esta época, un cura que celebre mal la Misa, y la haga mal y a las carreras, ya tiene la mitad del infierno ganado.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA (3 VECES)
Es de lo poco que no perdona el Creador, que hayan tratado mal a su Hijo en la Eucaristía, de esta manera yo lo llevo a que lo escupan y lo azoten mas cuando lo consagran sin amor, pobres curas, y pobres tontos fieles, porque son mios, cuando reciben a ese Crucificado de pie, con orgullo y arrogancia, como si se igualaran a Él. Pobres tontos soberbios, les preparo un lugarcito en el infierno, porque si algo le duele al Creador es que reciban a ese Crucificado de pie, y en la mano.
 
Mi reino se llena mas de esos sacrílegos, profanadores malditos, que reciben a Ese Jesus de cualquier manera. Preparense porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva al infierno y son muchos los que entran por ella. Y esos tontos entraran por haber profanado a ese Jesus. Pobres curas infieles, sacrílegos, aquí está su lugarcito prepárense, son mios, porque osaron blasfemar con su falsedad a su mismo Dios, haciendo lo que ni los Ángeles hacen, “tocarlo” y estar muy de pie ante Él.
Celebran mejor mis sacerdotes satanicos mis misas negras, que esos tontos porque yo sí soy exigente en mi culto. Si no lo hacen los mato.
En cambio esos bastardos, curas infieles, tontos profanan a su Dios como cualquier pedazo de m….
Ave María Purísima, sin pecado concebida (3 veces)
(Alguien o muchos pueden escandalizarse de esto pero pasa que el demonio solo sabe hablar porquerías, solo sabe odiar)
La fe no es para pisotear a Dios, como lo hacemos muchos de nosotros.
Ahora el demonio habla sobre las monjas y los monjes contemplativos: y dice: me preocupan mucho aquellas mujercitas con la cabeza cubierta que abandonan todo y a todos para recluirse entre cuatro paredes para santificar todo aquello que es bello y bueno por Aquel Dios que yo he logrado vencer en la Cruz, día y noche se mortifican con ayunos y vigilias, inconcientes, no duermen suficiente, no comen según les manda el cuerpo, no hablan libremente en todas partes y mantienen silencio. Esas me hacen llorar…….
 
A pero esto si me agrada sigue diciendo el demonio: los que rezan y pecan, que dicha me dan, van a la Iglesia e hipócritamente rezan, y se dan bendiciones, y parecen devotos. Pero luego cuando salen pecan y pecan, con su lengua, con su mirada, hay quienes entran en la Iglesia y parecen que rezan pero están mirando a los otros para juzgarlos y miran lujuriosamente a las mujeres, o chismosean en la misma Iglesia sobre los demás.
 
Ahora habla de la Comunion en la mano: dice que es uno de los triunfos mas grandes de satanas en su reino. Que lo toquen al mismo Dios, que dicha con sus manos manchadas, cuando ni siquiera los Angeles pueden tocarlo, que dicha como se pasean por la Iglesia, los soberbios y orgullosos, con sus manos negras de maldad, tocando a su Dios como si fuera un pedazo de pan. La Iglesia se degrada en lo mas sagrado que tiene, al mismo Dios en sus manos, es uno de los mas grandes logros que he tenido en toda la historia.
 
La abominación de la desolación en el Templo de su Dios, ya no necesito robar esa Hostia para los cultos satánicos, ahora mis súbditos estiran su mano y se la entregan sin problema. Su Iglesia se pudre, es como una leprosa que nadie ve, porque se han atrevido gracias a mi, a tocar a su Dios, estoy destruyendo la sacralidad de esa Iglesia, así acabo con todo mi fuego devorador, desde dentro todos pueden manosear a su Dios, los Apóstoles en el cielo lloran de dolor al ver como tocan a su Dios, solo a ellos se les dio ese poder, ahora todos lo tocan como si fueran dueños de Dios. El que tenga oídos para oir que oiga.
 
Habla el demonio de los ministros de la Eucaristía: cuanto me agradan esos tontos que se creen curas, y hasta los llaman ministros, que risa me dan, se ufanan de tomar a su Dios en sus manos, de sacarlo de su Sagrario, de darlo a los otros con arrogancia y pensando que tienen autoridad, que risa me da. No toda ley de la jerarquía eclesiástica es querida por ese Dios, esta si la quise yo, esos ministros piensan que son importantes y que un curso los habilita para tener a su Dios en sus manos, como me sirve a la desacralización de esa Iglesia que odio, así me río de lo mas sagrado y me burlo de su Dios que impotente ve como lo manipulan. Piensan que son santos elegidos para tocar a Dios con sus manos y sacarlo de los Sagrarios, y llevaros a otros, aunque me arda el fuego del infierno, tengo que reconocer que ni yo mismo puedo tocara ese Dios, que rabia me da, me quema todo mi ser con solo sentirlo a kms. Pobre estúpidos ministros piensan que son mas santos por ese ministerio y son servidores mios, pero yo todo lo hago perfecto, ni siquiera los Apóstoles en la Ultima Cena tocaron a su Dios. Ahora todos lo pueden tocar.
 
Que los curas no confiesen, ni se confiesen, o confiesen mal, que les digan a los tontos cristianos que ya nada es pecado que la infidelidad, y el adulterio, la traición y los malos pensamientos no son pecado. Las penitencias son tan tontas que no reparan nada, o peor, se confiesan los tontos y salen regañados, ya muy pocos desean confesarse porque los curas son malos y no inspiran santidad como para que alguien se confiese con ellos. Las Iglesias se han convertido en morada de maldad, gracias a que he infiltrado el pecado y la maldad entre los llamados sevidores del Altar. Ya los fieles no ven como antes a los sacerdotes, santos y sagrados, sino como simples hombres pecadores como ellos. Los curas escandalosos, cuantos cuantos, son mas y mas, cada día, malos corrompidos y adúlteros, todo menos santos, miren los medios de comunicación cada vez, salen mas y mas curas escandalosos, con cosas graves destruyendo la fe, pobre Iglesia podrida en sus maldades, y todo lo he hecho yo.

LA MARAVILLA DE LA VIDA


 

Entre tantos millones de abortos que se realizan cada año hay historias hermosas, dignas de contarse. Algunos seres humanos sobrevivieron al aborto y se sienten felices de vivir, aunque sea con algunas limitaciones. Veamos algunos casos concretos.
Betty estaba embarazada de gemelos y decidió practicarse un aborto. El médico reconoció los restos de un feto y creyó que la interrupción del embarazo se había realizado con éxito. Unas semanas después, Betty sintió que algo se movía en su vientre. Era una niña que se había resistido a ser abortada y a morir, a pesar de haber perdido casi todo el líquido amniótico. El médico se ofreció a practicarle una nueva intervención para completar el aborto. Se negó y decidió tener a la niña. Su nombre es Sara Smith y está muy contenta de haber venido a este mundo. Nació prematura, con las piernas cruzadas sobre el pecho y las caderas dislocadas. Hasta los dos años y medio vivió en hospitales y, antes de cumplir los catorce, había sufrido treinta operaciones.
Cuando su madre le contó que las primeras semanas las había pasado en su vientre con un hermanito gemelo, Sara entendió un sentimiento que había tenido siempre, la sensación de que le faltaba algo. Antes de saber la verdad, cuando tenía 9 años, compró dos figuritas, de un niño y una niña. Es como si siempre hubiera intuido o inconscientemente siempre hubiera sabido que tenía un hermano. “Pienso que, como gemelos, podían separarnos físicamente, pero siempre sentiré su ausencia”, dijo.
Al niño abortado le pusieron una lápida con su nombre grabado, Andrew James Smith, sobre una tumba vacía en el cementerio de Irvine, en California.
 
Kristen decidió abortar a escondidas de su madre que trabajaba como voluntaria en la organización Birthright (Derecho a nacer). La misión de Tina era aconsejar a las mujeres embarazadas y darles apoyo moral. Con su hija hizo lo mismo. A pesar de ello, Kristen acudió con una amiga a la oficina de Paternidad Planificada, dependiente de la IPPF, y se practicó un aborto. Cuatro semanas después volvió a hacerse una revisión al centro de planificación y le dijeron que aún seguía embarazada. Le propusieron hacerse otro aborto, pero Kristen se negó. Fue con su madre a un ginecólogo privado y le dijo que era una niña. La vio moverse por el aparato de ultrasonidos y pudo oír su corazón. Sin embargo, el médico le dijo que el bebé no era completamente normal. Aún así quiso seguir con el embarazo. Unos meses después nació una preciosa niña de tres kilos de peso y perfecta, a quien pusieron de nombre Lauren.
 
Aunque Nicole Saia se resistía a abortar, su novio insistía y prácticamente la obligó. En la clínica le inyectaron metotrexate, un potente químico para destruir al bebé. A las pocas horas se arrepintió, llamó al centro de abortos y le dijeron que ya no se podía hacer nada, porque el feto estaría ya muerto.
Acudió al doctor Steven Roth, especialista del “Genesis Women's Center”, y esté le recetó Leukovorin, un fármaco utilizado para paliar los efectos de la quimioterapia en enfermos de cáncer. Era la primera vez que lo hacía, pero fue un éxito. El fármaco no sólo contrarrestó el efecto del abortivo, sino que preservó el feto de malformaciones.
 
 “Rivanolito” es el sobrenombre por el cual muchos conocen este caso que sucedió en Cuba, donde abortar no sólo es libre sino aconsejable, y, en algunos casos, obligatorio. Afortunadamente hay personal médico provida que, a veces, protagoniza milagros dignos de ser inmortalizados. La mamá del niño de nuestro relato tenía más de 35 años e hijos mayores cuando se quedó embarazada. Por temor a que naciera con síndrome de Down o alguna otra malformación, se le aconsejó que abortara y así lo hizo. El aborto consistió en la introducción mediante una sonda en el cuello del útero de una elevada dosis de Rivanol, sustancia amarillenta que produce fuertes contracciones y provoca la expulsión del niño. En muchas ocasiones, dependiendo del tiempo de gestación, el niño nace vivo y llorando. Ésta fue una de ellas. Pero unos hechos providenciales cambiarían el destino del recién nacido.
Ese día se encontraba trabajando una enfermera sin experiencia, y, al ver que el niño estaba vivo, lo llevó corriendo a la unidad de cuidados intensivos de neonatología. Normalmente, como hemos visto en los estudios que acabamos de citar, cuando los niños nacen vivos se les aparta y mueren enseguida debido a su inmadurez pulmonar. Como el bebé había nacido con suerte, ese día estaba de guardia un médico provida. Gracias a los cuidados de los dos profesionales, el niño, llamado cariñosamente Rivanolito, es hoy un chico normal físicamente, salvo una dolencia asmática causada por el abortivo.
 
Nancy Jo Mann contaba personalmente su experiencia del aborto, y su testimonio salió en un artículo del periódico “Washington Times”.
Yo entré a la clínica y pregunté:
- ¿Qué me van a hacer?
- Te vamos a sacar un poco de líquido y vamos a introducir un poco de otro líquido. Vas a tener calambres y expulsarás el feto.
- ¿Eso es todo?
- Eso es todo.
Eso no sonaba tan mal. Pero lo que sucedió fue muy distinto.
Yo fui al hospital y me extrajeron 60 cm³ de líquido amniótico y me inyectaron una solución salina concentrada. Cuando la aguja traspasó mi abdomen, yo me odié a mí misma. Cada célula de mí ser quería gritar: “Por favor, deténgase, no me haga eso”.
Pero una vez que la solución salina ha sido inyectada, ya no hay nada que pueda revertirlo. Y, durante una hora y media, sentí a mi hija dar vueltas violentamente, mientras era ahogada, envenenada, quemada y sofocada hasta morir. Yo no sabía que esto iba a ocurrir. Yo recuerdo haberle dicho a mi bebé que no quería que sucediera esto. Y, sin embargo, ella estaba muriendo.
Recuerdo la última patada en mi lado izquierdo. Ya no tenía fuerzas. He tratado de imaginarme el morir con esa clase de muerte, con una almohada puesta sobre uno y sofocándonos.
Luego me aplicaron una inyección intravenosa para ayudar a estimular el proceso del parto durante doce horas. A las 5:30 a.m. del 31 de octubre tuve a mi hija, cuyo nombre es ahora Charmaine Marie.
Ella tenía catorce pulgadas de largo. Pesaba más de una libra y media.Tenía la cabeza con cabello y sus ojos estaban abriéndose. Yo la sostuve, porque las enfermeras no llegaron a tiempo a la habitación. Yo misma recibí a mi niña.
Ellas me la arrancaron de mis manos y la arrojaron a una chata... Ella no era un feto, un producto de la concepción ni un tejido adherido a la pared uterina. Ella era mi hija y yo pude sostenerla con tan solo cinco meses y medio.
En 1982, Nancy fundó la Institución “Mujeres explotadas por el aborto”(WEBA: women exploited by abortion), que está constituida por miles de mujeres que han tenido abortos y que ahora hablan alto a favor de la vida. En el caso de Nancy sólo la conversión a Jesucristo la salvaron del suicidio.
 
Gianna Jessen refiere: Tengo 19 años y soy de California. Soy adoptada y sufro de palasia cerebral. Mi madre biológica tenía 17 años; y siete meses y medio de embarazo, cuando decidió abortarme por el proceso de inyección de una solución salina concentrada. Afortunadamente, el abortista no estaba en la clínica al nacer yo el 6 de abril de 1977. Si él hubiera estado allí, no estaría yo hoy aquí. Hay quien dice que yo soy un aborto fracasado o el resultado de un trabajo mal hecho.
El asunto es que, al nacer viva, la enfermera no sabía qué hacer y llamó al servicio médico de emergencia; y éstos me llevaron al hospital, donde estuve casi tres meses. Al principio, no había muchas esperanzas de sobrevivir, pesando tres libras.
Me diagnosticaron parálisis cerebral como resultado del aborto. Le dijeron a mi madre adoptiva que era muy dudoso que alguna vez pudiera gatear o caminar. No me podía sentar por mí misma. Pero, con ayuda de soportes en Las piernas, logré caminar un poco antes de cumplir cuatro años. Ahora, después de cuatro cirugías, puedo caminar sin ayuda. No es siempre fácil; a veces, me caigo, pero he aprendido a hacerlo con gracia después de 19 años.
Estoy contenta de estar viva. Casi morí, pero cada día le doy gracias a Dios por la vida. No me considero un producto secundario de la fecundación o un montón de células... Soy feliz. La alegría me la da Dios. Lo quiero mucho y le agradezco que me haya salvado. El Señor me hace estar siempre contenta y me da una vida feliz.

VÍA CRUCIS DEL NIÑO POR NACER


 
 

PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS CONDENADO A MUERTE.
 

Tú, Señor eres condenado a muerte por amor al hombre y yo, en cambio,Por falta de amor. Te pido que llenes de amor el corazón de mis padres para que puedan quererme y aceptarme tal como soy.

 

SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS CAMINO DEL CALVARIO.
 

Señor, a Ti te hicieron llevar la cruz hasta el Calvario. También a mí me han cargado con la cruz de ser un indeseado. Todos me maldicen y dicen que debo ser eliminado, porque no soy nada ni valgo nada. Por favor, hazles entender que soy tu hijo, que me amas infinitamente y que para Ti valgo más que el mundo entero.

 

TERCERA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ.

 
Señor, Tú caes por el pecado de la humanidad, yo por una caída de mis Padres. Tengo que morir por un embarazo no deseado. Para ellos soy un problema que hay que solucionar. Señor, ten compasión de mí y diles que Tú sí me amas y me deseas y que has creado mi alma con infinito amor.
 
CUARTA ESTACIÓN: JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE.
 

 Señor, estoy encerrado en el vientre de mi madre y ella me quiere matar.
No me quiere. Si mi madre no me ama, Tú al menos, Dios mío, dime que me amas y que me harás feliz eternamente en tu cielo. Dile a mi mamá que, a pesar de todo, la quiero y la perdono y espero encontrarme un día con ella en el cielo para estar unidos por toda la eternidad.


QUINTA ESTACIÓN: JESÚS AYUDADO POR EL CIRINEO.

 
Señor, el Cirineo te ayudó a llevar tu cruz. Para mí no hay Cirineo alguno.
Me siento solo ante la muerte. No tengo adónde huir. Nadie escucha mis gemidos. Nadie tiene compasión de mí. Por favor, mi Señor, ayúdame Tú a soportar mi dolor y, cuando llegue el momento supremo de mi muerte y esté crucificado en la camilla de una clínica abortista, envía a uno de tus ángeles para que me lleve directamente al cielo.
 

SEXTA ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS.

 
Señor, Tú tuviste una Verónica que se compadeció de Ti ¿Quién será mi Verónica? ¿No habrá algún alma piadosa que rece por mí una oración para calmar mi dolor? Dile a mi ángel de la guarda que me sostenga en sus manos y me consuele, porque es muy duro para mí no tener padre ni madre que me quieran, ni familiares que se acuerden de mí.
 

SÉPTIMA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.

 
Señor, Tú te caíste por segunda vez. Y mis padres siguen cayendo en el miedo. Creen que yo vengo a quitarles el sustento, que voy a quitarles la tranquilidad, que voy a ser para ellos una carga pesada. ¡Soy tan pequeñito y tan débil y me tienen miedo! Por favor, Señor, repítele a mí madre como a Jairo: No tengas miedo, solamente confía en Mí (Mc 5, 36).
 
OCTAVA ESTACIÓN: JESÚS SE ENCUENTRA CON LAS MUJERES.

 
Señor, las santas mujeres lloraron por Ti, quizás algunos llorarían por mí si supieran de mi existencia. Hay mucha gente buena en el mundo, pero no podrán impedir mi muerte, porque ha sido legalizado el aborto. Señor, recoge mis lágrimas en tus manos y lava con ellas los pecados de mis padres. Diles que los amo y los perdono y les envió un beso de amor, esperando encontrarme con ellos un día en tu Reino.
 

NOVENA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ.

 
Jesús, Tú caíste tres veces. Mis padres siguen cayendo en el temor, me consideran un intruso en sus vidas. Tienen miedo al qué dirán. Tienen miedo al futuro y han decidido eliminarme. Le decisión está tomada. Tengo que morir. No hay lugar para mí en su casa, ni en su corazón. Tú, al menos, Señor, recíbeme en tu Corazón divino y en la Casa de tu Reino.
 

DECIMA ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.

 Señor, Tú fuiste expuesto desnudo ante la gente. Yo nunca he tenido ropas. Mi piel es mi única vestidura y seguramente me la quitarán y querrán despojarme de mis órganos y tejidos para hacer cremas u otras cosas útiles para ganar dinero. Yo, como persona, no valgo nada para ellos y me quitarán hasta lo poco que vale mi cuerpo. El resto lo echarán a la basura. Ten compasión de ellos, porque yo los perdono.
 
UNDÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS ES CRUCIFICADO..

 
Señor, a Ti te colgaron de una cruz. A mí me crucificarán y me sacarán a pedacitos y contarán todos mis huesos para que no quede ninguno en el vientre de mi madre que pueda infectarla. Y después de aprovechar lo aprovechable, me tirarán a la basura. Ese será mi triste final, pero yo sé, Señor, que más allá de la muerte Tú me esperas y me recibirás con los brazos abiertos. Gracias, Señor, por amarme así como soy, tan pequeñito, a pesar de que nadie me conoce ni me quiere.

 

DUODÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ.

 
Señor, Tú mueres. Yo también. Tú mueres por la humanidad. Yo también te ofrezco mi vida por ellos. Perdónalos, porque no saben lo que hacen. Perdona a mis padres, al médico abortista y a sus ayudantes, perdona a los que han querido silenciar mi dolor, legalizando el aborto. A todos les ofrezco mi perdón y mi amor. Ten compasión de mí y de ellos y danos a todos tu paz eternamente.
 
DECIMOTERCERA ESTACIÓN: JESÚS BAJADO DE LA CRUZ.

 Señor, Tú fuiste bajado de la cruz para recibir el abrazo y el cariño de tu Madre y de las santas mujeres. A mí, después de la muerte, nadie me acariciará.
Nadie me recibirá. Nadie pensará en mí. Por eso, Señor, dame Tú el cariño humano que me faltará y dime que la vida continúa y que después de mi muerte, me esperas para hacerme feliz eternamente. Gracias por quererme tanto y hacerme tan feliz.

 

DECIMOCUARTA ESTACIÓN: JESÚS ES SEPULTADO

 
Señor, a Ti, después de muerto, te ofrecieron un sepulcro nuevo. A mí un contenedor de basura. Pero no importa, lo importante es que, aunque mi cuerpo desaparezca en el camión de basura o entre las llamas de un incinerador, Tú me recibas con amor y me llenes de felicidad.
 

DECIMOQUINTA ESTACIÓN: JESÚS RESUCITA.

 
Señor, después de tu Pasión y de tu muerte vino tu resurrección. Para mí también llegará el día de la resurrección. Valió la pena haber venido a este mundo para poder así gozar eternamente de tu felicidad. Valió la pena haber sufrido y ser sacrificado como Tú. ¡Espero mi resurrección!.